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A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V W X Y Z

sábado, 19 de noviembre de 2016

Querer quedarse/ Queriendo irse.

 Cuando estuvimos enamoradas solo había espacio para permanecer imantadas. 
Todo parece confuso y lejano si pretendo comprender la naturaleza de este caos. 
Todo se limita a una trampa.


jueves, 21 de abril de 2011

Libera.

Sucedió. El animal cogió en silencio al ave, entonces, por la naturaleza alquímica de el primero, éste se armó de alas y cola, bigotes y cielo, todo cuanto mago en creación quisiera poseer.
Era una felino provisto de estrellas, corazón de gorrión y patas de gata que arañaban al individuo amado, no por diversión, si no sólo por impregnar un poquito de mi en ti, pensaba la gata loca felina al v i e n t o .
No le tapes la boca a esta gata extraña, porque muerde e infecta con sus palabras en acorde perfecto al son de su corazón tón tón, de gorrión ón mode on.
A c a r i c i a la delicia en silencio y procura ante todo abrazar tan fuerte que provoques en este felino la idea del lazo entre estos mundos a ratos incongruentes.
Li be ra, libera.
Nunca jamás digas después, el ave provisto de uñas trepa tan rápido que ya no la ves.

miércoles, 13 de abril de 2011


A veces pienso que sabemos hacerlo más fácil,  ándate, e inventemos todo otra vez.
Es fácil, hoy nos conocemos.
Ven a interrogarme, pregúntame cual es mi nombre, regresa a pedirme que te cuente de mi vida.
Entonces has que cierre mis ojos para darme el primer beso.

Al revés de todo lo que no sé...
Detrás del cielo cerrado...
Detrás de la madrugada que augura un día claro...
Tu no sé... pero yo a veces me prostituyo... bien es cierto que no es mi cuerpo lo que cedo, sino mi orgullo, mi valía.
Soy una puta sin lugar fijo, tú con suerte seas una de burdel, incluso de lujo, pero una puta  al fin y al cabo.
Es el círculo, mi rueda, la tuya, la nuestra.
Tu no sé... pero a veces yo me prostituyo...es el pan de cada día.

lunes, 11 de abril de 2011

No.

NO hay manera de llevar esto como normalmente debería ser.
Ya comenzó entre escandalosas ideas provistas de un suelo lleno de trozos metálicos punzantes. No d e s e o caminar pero el aire inclemente que me da tu voz me atrae, imantada a ojos cerrados entrego lo que NO debo, lo que hoy NO hay para ti.
Corazón de tanto latir cae inmediatamente envenenado, mano que toca se desprende del cuerpo adolorido, cielo nocturno lleno de luces confunde el vacío real.
Te invento, pienso en una locura musical en la que me dejo caer a peso muerto, queriendo estar ahí, la cabeza me grita, me ata y persuade a no evocar miseria, eventual infortunio.
Piensa sola la cabeza, no es más que un hurón de ojos bien abiertos, ávido de salvación instantánea con la estupidez del signo desviado por dirección.
No, no, no... es otra cosa... es algo frágil, así como un algodón limpio y sedoso, con ganas de acariciar al otro mientras muestra su belleza,lo único que deseas es estar ahí.
¿No?
Abre los ojos, las manos, extiende tus brazos y advierte que más allá no hay un escalón fijo, azarosa imagen envuelve el drogado iris.

No.

NO hay manera de llevar esto como normalmente debería ser.
Ya comenzó entre escandalosas ideas provistas de un suelo lleno de trozos metálicos punzantes. No d e s e o caminar pero el aire inclemente que me da tu voz me atrae, imantada a ojos cerrados entrego lo que NO debo, lo que hoy NO hay para ti.
Corazón de tanto latir cae inmediatamente envenenado, mano que toca se desprende del cuerpo adolorido, cielo nocturno lleno de luces confunde el vacío real.
Te invento, pienso en una locura musical en la que me dejo caer a peso muerto, queriendo estar ahí, la cabeza me grita, me ata y persuade a no evocar miseria, eventual infortunio.
Piensa sola la cabeza, no es más que un hurón de ojos bien abiertos, ávido de salvación instantánea con la estupidez del signo desviado por dirección.
No, no, no... es otra cosa... es algo frágil, así como un algodón limpio y sedoso, con ganas de acariciar al otro mientras muestra su belleza,lo único que deseas es estar ahí.
¿No?
Abre los ojos, las manos, extiende tus brazos y advierte que más allá no hay un escalón fijo, azarosa imagen envuelve el drogado iris.

domingo, 27 de marzo de 2011

(..)

Secos sus ojos, sus manos curtidas, a tientas camina lentamente hacia la orilla del mar a z u l , se encuentra con animales que corren y juegan tras el tiempo que no existe, jamás los había visto detenidamente, piensa que necesita aquella animalidad innata en ellos, n e c e s i d a d , luego, tendida en la arena observa la inmensidad del cielo, todo lo infinito que está escondido más allá y la sequedad de sus ojos no permite descifrar, se lamenta por los días en que no ha ganado certezas, solo punzadas que una tras otra solo crean materia gris y olores repugnantes. Quizás debería ser un ave que avanza y vuela muy alto, sin la necesidad de encontrar un refugio, quizás debería transformarse en fuego sin tener contacto alguno porque todo lo tocado sería destruido al instante, o tal vez necesita con urgencia un ojo que la ayude a sacarse las espinas de los pies sin omitir criterio cuando ella camine nocturna nuevamente por el campo de rosas plantadas en su coronilla. Está cansada, con ansias de respirar aire por vez primera, aunque sea por debajo del mar, quiere de vuelta su locura, encerrada en una caja sin saber ella el paradero de esta, llaves con nombres farmacéuticos la cuidan sin posibilidad de abrirla. 

sábado, 26 de marzo de 2011

(.)

Subo las escaleras, al final del pasillo saco las llaves, uno y dos. Mi gata se despierta y se acaricia entre mis piernas. Tomo un vaso con agua, lo comparto con ella. Abro las ventanas, hay ruido afuera, es hora de la congestión vehicular. Me desvisto a medias, pocas ganas de terminar algo me quedan,  revuelvo el pelo con las manos y me siento. Acude a mi mente el descuido de lo que tengo que hacer, mañana... de seguro mañana hay tiempo para todo, hoy no hay cabeza para nada.  Me muerdo las uñas, rojas descascaradas, miro hacia los lados, nada se detiene.
Busco en la lista telefónica tu número, no está, olvidé que en un ataque de ira lo había eliminado, si no hubieras perdido el anterior podría localizarte, casi comenzaban a temblarme las piernas.
La vecina de arriba grita a sus hijos de 3 y 5 años, se escucha un portazo. Luego sollozos.
Veo el periódico, para variar noticias deportivas, un nuevo gol de antología.
Voy al baño, me pinto los labios de color rojo, anuncio la palabra c o n s u e l o , al mismo tiempo que tocan el timbre. Lu a venido a visitarme, trae consigo un pañuelo para vendar mis ojos, abro la puerta, me azota contra la pared, me besa desesperadamente, esboza palabras que no logro descifrar, me toma, me lleva a la cama, violenta armonía. Con desgano la beso mientras me acaricia con todo menos delicadeza. Se da cuenta, me abraza y comienzo a llorar.

Ahora. Hoy.

Así, como una aparación en medio de un camino eléctrico, sin darme cuenta ya me tenías reducida por la cintura mientras mis brazos reclamaban la falta de decoro al no preguntar absolutamente nada. Llovía en aquella noche, sugieres que debemos amarnos, amarnos como nunca lo habíamos hecho, acato sin dudar que será  un gran amor, de aquellos que aun se siente la urgencia del cuerpo ajeno  muy dentro cuando pasa el tiempo, deseo imperecedero que pronto se debe acallar y procurar no llorar cuando una imagen vuelve desde aquellos días, cuando eramos dos, dos amantes, dos amigas, nosotras. Y ahora, cuando llueve, quisiera estar ahí, o que vengas a abrazarme para refugiarme en tu cuello que tanto amé. Pero no vienes, y lloro, lloro por lo mal que hicimos las cosas, por los errores que cometimos y que quizá no haría si volviera a suceder. También tú quieres llorar, recriminar cuantas veces te dije vamos y no llegué, cuantas llamadas te debo, cuantos besos. Juro que no necesitaba nada más que tus ojos fijos en mi para ser feliz, juro también qe fui feliz con todo tu amor que parecía infinito y ahora, te extraño, sola en medio de un camino eléctrico sin nadie en quien apoyar mi espalda.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Sus manos en mi cuello.

Sus piernas azotando mi espalda.
Sus labios atrapando el hervor.
Sus ojos atentos.
Su rostro transformado en una grieta.
Amor amor, aquí estoy.
Ven en silencio, recorre nuestros cuerpos como si fuese una fiesta, llora y espanta por completo tu dolor, has lo que quieras, pero esta noche déjame ir a dormir entre tu ira y mi amor.

Desequilibrio fortuito de féminas con los ojos y los labios hinchados de misericordia arrastrada de tiempo pasado. Ironía de la locura, ríe como un payaso en máximo esplendor por tanta idea errónea que nos rodea cuando intentámos atar la cura a nuestras manos que desaparecen sumidas en la pena de tocar la herida abierta ante nuestros ojos. Estamos cansadas, dicen mientras ambas miran ante el espejo del baño sin puerta ni ventana inventado en una noctura víspera a la llegada de un termino detonante, sus voces repercuten en el silencio, al vibrar, este crea punzantes crónicas que viajan directamente al hemisferio derecho del cerebro ambiguo unido a la espina dorsal.
Que dolor, danos tu paz Señor.
La cabeza comienza a ladearse, toman de sus manos y caminan al nido que ofrece un poco de calor en momentos de plena destrucción, acaba de comenzar la agonía de este amor que insinuó sin arrugar la nariz para mentir la más grande y última historia de amor, ilusión enraizada en el corazón inflamado de las damas de candor. Se miran a los ojos como si intentaran aliviar el sonido agrio de el adiós que incesante se escucha a lo lejos arrastrando toda imagen postergada para tiempos venideros. Se acurrucan entre ellas y lloran por el vacío que dejará la ausencia de la otra, graban el momento próximo al comienzo del fin para cuando esto ocurra tener la esperanza de hallar otra sincronía tal para danzar en lo dulce de la vida de a dos. Se besan como si fuera la última vez, mañana será otro día.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Aire en la máxima densidad.

Luego de mutilar el cabello, sin aviso preliminar se despierta con violencia lo innato, el aire cálido entra en la fosa nasal izquierda para ser expulsado con exacerbada furia por la derecha condensado de tanta conmoción, el vientre comienza a zigzaguear al compás rutinario de la música, mientras mira atenta cada movimiento de quienes la observan para luego entrar en la pagoda a manipular piezas de ajedrez. Todos desean sin pavor a la reina, silentes se acercan , alejados se visten de problemas irresolubles mientras desnudos muestran callejones oscuros ávidos en la búsqueda de ser iluminados por furias determinantes de deslumbrante amor. Anhelan el d e l i r i o de la nocturna víctima desposeída de disfraces (dice una nube: puedes responder con cualquier acto deshumano y lo entenderé) la cual se mueve en un círculo antes delimitado a la perfección.
Un-dó.
Juega yá.

lunes, 15 de noviembre de 2010


A estas alturas lo único que me queda es la inalienable sonrisa vertical perpetua de candor.
Las ansias cesaron de sangrar al inquietar la voz diluida por el espeso perfume de nuestros cuerpos, instancia que me subyugó a un estado de histérica sensibilidad, obligando a mi inconsciente a estar quieto por un momento para captar cada movimiento llevado a cabo a mi alrededor. Poco a poco comienza a despertar el lado creativo y emocional antes somnoliento en un delirante suspenso, las cartas comienzas a ser respondidas, el pudor desaparece. La ternura aflora exacerbada al instante en que toco las manos de Eloise.
Vuelvo y ya NO me voy más.

La Otra en la Nada

No siento los brazos, las piernas, el corazón.
Las pestañas se caen oxidadas de tanto ardor. Un grito del lado izquierdo de la cama me araña los oídos sin dejar un segundo de vibrar por 60 consecutivos.
Camino hacia la escalera más extensa que he subido en mi vida y no veo el por qué no llegar al final, si acaso esta tuviese término alguno.
Recuerdo solo parte del combate nocturno entablado entre la que soy y la que fui. Ella aun desea quedarse y albergar entre mis manos, las que a ambas nos pertenecen, cuerpos ajenos al propio, robar y aniquilar miradas inocentes ávidas de un amor sacro y obsceno, a veces pienso que no hay opción  ante la inminente fuerza de La Otra. Avasalladora mujer de una fuerza descomunal oprime mi cerebro hasta reducirlo a hirviente ceniza, pulverizada aun más con esa mirada que quema, arde y desecha, iba cantando victoriosa hasta que decidí dar un paso contrario, quedándome quieta por la sutil perversión que ya no existe porque el alma despavorida se cansa del séquito de miradas perdidas en el instante en el cual aparece Ella de improviso. Ellos pierden y se pierden en el comienzo de un sueño fantástico, donde Ella y Ellos protagonizan la más dulce historia de amor creada en los cimientos de la nada. Ilusos a la perfección.
Río para mis adentros, los nervios me comen las uñas y me dejan desequilibrada hasta el punto de sentir la solución en tirarme al vacío de una buena vez, vacío lleno de miradas suplicantes por un abrazo o una caricia del alma, como el amor a un paciente enfermo, necesidad altruista de sentir conformidad por hacer el bien al otro, el amor y el engaño.
 Tengo la última esperanza de safarme de aquella centrífuga de locura conceptual, alejarme de los miedos mezquinos de la vida.
Respirar.
Perseguir lo irreal.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Do it Again


Frente a frente, luego de un previo juego homosexual, desnudas de todo temeroso pudor toma mi mano y se avalanza sobre mi, dejando mi cuerpo tendido en el suelo, rodea mi cintura y comienza a besar con lentitud cada dirección de mi piel. Comienza por el cuello, muerde mis pezones, sigue por mi vientre en un camino de temperados besos hasta llegar a mi vagina, es justo ahí cuando afanada lame su mano izquierda,  introduciéndola de súbito con fascinante delicadeza expresada en su rostro hasta acariciar el interior de mi estómago, mano que se vale de mis jugos gástricos para permanecer lubricada. Toca mis intestinos, juega como si fuese un montón de plasticina de colores acumulada. Sus ojos no dan tregua a los mios, me sostiene con su mirada mientras escarba en mis entrañas. Luego de estar urgueando largos minutos dentro de mi, saca su mano que brilla por tanta secreción impregnada, muerde sus labios en muestra de su grávida pasión, pasa la mano por su cara, cuando ya está embetunada se dirige con avidez a mi entrepierna y sin vacilar en algun movimiento introduce su cráneo velozmente. Con su lengua enreda mis trompas de falopio, me da cosquillas, mas disfruto como jamás imaginé, pienso que debo contar este milagro ocurrido entre mis piernas e intento ordenar las ideas, sensaciones que me hacen extasiar la razón, con sus pestañas siento como dos mariposas juegan libremente a un compás en cada borde de mi contorno. Su lengua parece un pez que nada con desesperación pero feliz de hallarse al fin en el lugar en el cual siempre soñó. Sus mejillas me rozan el útero como una constante caricia de la cual me valgo para sonreir dentro de tanto fantástico delirio. Sus dientes apenas me tocan cuando Ella rie por mi sonrisa contagiosa.
-Lo hicimos.

lunes, 25 de octubre de 2010

El Conejo que siempre tuve en mi Oreja.

El conejo que siempre tuve detrás de mi cabeza sabía esconderse cuando me miraba en el espejo, entonces cuando de improviso me ponía frente a mi reflejo, el muy pillo se escondía o qué sé yo.
Todo el día me decía : tecler tecler tecler tu tu tut ichiqeuseu ichiqueusu tutututui cuq cuq pucu pucu pucu, ¿derech? Ler Ler Ler, y así, sin parar me hacía compañia con su extraño dialecto conejero.
A veces se le salía un te quiero o me acariciaba la nuca cuando yo decía la palabra pez o paz.
Teu teu teu teu teu teu to cot ah mmm.
El conejo que estaba detrás de mi cabeza olía a ciprés, lo más probable es que durmiera en alguno junto a su extensa familia.
Toda su presencia me abrazaba hasta el día en que me pelé, y el conejo que estuvo siempre en mi cabeza desapareció.
A veces me deja cartas que de seguro son de amor, porque siempre están acompañadas de un ramito de pasto con espigas alrededor.

Mi Pajarito

Mi Pajarito me canta al oído todo lo que ve en el día,  cuando nos acostamos lo susurra en fragancias de dulzura.
Mi Pajarito cuando trato de juntar letras salta sobre mi como si fuera un pequeño minino, con su manito me tapa los ojos y no me deja tranquila, revoltosa fácula en mis brazos.
Mi Pajarito inventa historias y me las cuenta para que no tenga más atención que en ella. Frente a nuestro ojos todo lo tenemos y si abrazadas estamos  absolutamente todo lo podemos, entonces uno más la otra es algo inimaginablemente fantabuloso.
Mi Pajarito sabe lo que necesito y cuando pasamos frente a un flor de golondrina ella la saca para mi, chocolates debajo de sus orejas de duende travieso y dulces colgando de sus pestañas tan largas como los rayos del Sol.
Mi Pajarito tiene en sus manitos hormigas de tres colores las que no me dejan dormir porque me acarician hasta que ellas se duermen y todas juntas hacen remolinos para luego estáticas soñar con azúcares volátiles.
Mi Pajarito tiene deseos de coser sus alas a mi espalda, yo volaría tan lejos como ella. A veces se va  tan alto que no la alcanzo a ver entre tanto algodón de nube,  pero cada vez que emprende el vuelo va dejando un caminito de miguitas de nube.
Mi Pajarito dice que nunca me dejaría sola, sin ella yo no sabría donde dirigirme, sería todo confuso, caótico y oscuro, mi Pajaritolo es todo, tanto como mis ojos y mis manos.
Mi Pajarito es el presente constante perseverante.
Mi Pajarito es por mi.
Mi Pajarito.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Mía Renata



Podría, claro que podría disparar al medio de tus ovarios dardos ardientes para descubrir tus entrañas, gritaría tu nombre mil veces Renataaaa Renataaaaa Renataaaaaa y no me cansaría de hacerte el amor por ningún instante si de esto dependiera tu vida... RENATA te aniquilo para sacarte de mi camino para que no olvides en tu muerte que eres mía y por más que quisieses seguir tu camino NO podrás porque de mi vida depense la tuya y te hago un favor descubriendo tus entrañas para transmutar tus labios vaginales incandescentes. ¿ Acaso no me crees? ¿Estás celosa? He dejado un poco más ancha las orillas de las heridas de tus ojos. He alisado las arrugas. Después de mí, puedes recibir elefantes, toros, carneros, camellos, san bernardos. Puedes embutirte el recto con sapos, murciélagos, lagartos. Puedes usar todos los perros de la ropa del vecino si te apetece, o tocar el violín a través de tu ombligo. Te estoy follando, Renata, para que permanezcas mía. Y si tienes miedo a que te follen en público, lo haré sin problema en privado. Te arrancaré algunos pelos de la vagina y los acomodaré en las orejas de Julia. Te morderé el clítoris y escupiré dos monedas de cincuenta pesos...

martes, 5 de octubre de 2010

Agustina la Antagonista tiene Miedo.


Agustina sigue esperando en el rincón preferido de sus ancestros, mientras pierde el miedo tremendo a la oscuridad que desde pequeña la invitaba a orinar sobre su cama por no bajar las escaleras y enfrentarse a tantas visiones quizá imaginarias, siente que ha crecido lo suficiente como para cerrar los ojos y soportar el vértigo que le ha tocado vivir, nadie le toleró a los 12 años dormir con una lámpara de mesa. Primer salto al vacío. Soñar en la completa obscuridad.
Aún teniendo la opción de tomar la decisión apropiada sigue en el tren que domina sus pasiones, llevándola a construir múltiples lazos emocionales de los cuales nutre sus uñas para destripar al lazo anterior, y así, un inmenso desfile de corazones, uno tras otro llega herido sin saber que después del siguiente se irá pestilente.
Al momento de cerrar sus ojos y dormir se repite constantemente : '' Qué valiente soy, todo lo creado nace de mi cabeza y mi corazón, nada tan malo puede ser'', así, cual mantra recitado con plena devoción, lo repite una y otra vez, tratándo de perdonar cada acto erróneo llevado a cabo por la urgencia de la locura.
Mantrando, perdonando, rasguñando, ella espera.
Agustina desea terminar con la eterna espera, esa obvia instancia en la que no existe antagonista alguno, revolotea por aquí y por allá y la insistencia no para de crujir in crecendo por su cabeza. Su diario de vida está por terminar la última hoja, le da un vistazo sin lograr memorizar cuanto personaje atrapado entre letras y suspiros, se desespera al sentir el vacío del cual se escapa para jamás encontrarse con su imagen en el espejo.
El miedo persiste, ahora arraigado en sus pasos desentonados al no encontrar lo que hace un tiempo atrás extravió.

lunes, 4 de octubre de 2010

Infierno Musical


Cromática Musical.
Colores martillando mis ojos, ahoga mis oídos.
¿Cuánto iluso amor?
Nada de nada, y yo que creía que lo poseía todo. Cuanto más abarcó mi mirada, más vacío en las entrañas.
(...)
Viaje en el óvalo uterino.
Acaricia el rojo despertar, sangre en la palma de mi mano izquierda.
Grito amargo silente de la fosa vocal.
(...)
Un dó.

Ahora si.

Rompe el protocolo, esquema, visión.
Cánsate de lo fragmentado, anhela la unidad.
Estar por siempre en Ella y en El.
No.
Evoca el amor único al fin.
Recorta palabras de revistas solo para Una.
Toma la mano solo de Ella.
Haz el amor solo en su cama.
Que tus labios se posen solo en los suyos.
Si.
Ama de verdad.
Siente por dos, no por tres ni cuatro.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Cuarenta minutos.


Cuarenta minutos tarde mientras Ella esperaba friolenta junto a dos sujetos desconocidos.
Fuimos hasta su casa, no muy lejos de donde habíamos quedado en vernos, se abrigó y me entregó un chocolate, sorpresa o detalle que devoré en un instante.
Caminamos hacia el Sur a paso apresurado, por el frío quizá que bajó sin avisar, mientras me reía de no sé cuanta cosa me contaba.
Más tarde, sentadas en un bar no podía dejar de mirarla atentamente, escuchando con todos mis sentidos despiertos en su máxima expresión para captar cada detalle de movimiento alguno que delatara lo que realmente estaba buscando.
Sobre la mesa Ella desnudó de a poco sus pensamientos, pude ver un dolor simplificado que aun dejaba huellas en su mirada. Aquel lugar donde pocos se atreven a mirar. Dentro de si. Siento que algo más hay. Cerca de sus entrañas. Me intriga.
Le increpo su excesiva solidaridad hacia el ser ebrio que pide humildemente 30 pesitos.
·No, no y no Alicia, así le fomentas el vicio.
Responde que todos tenemos derecho a tomar y asumo que evidentemente tiene razón.
Nos vamos y entre autos estacionados camuflamos el humo verdusco que expelen nuestros pulmones.
Pienso que me gusta y mucho. A pesar de haberla visto mínimas veces me parece guapísima además de ser una mujer con mucho que decir y tanto por caminar.
Mirarla era entrar a un profundo vértigo siendo sus palabras las que me ataban las manos para no caer de bruces al suelo y dejar al descubierto mi secreto afán por Ella.
Nos fuimos a otro bar. Sus acordes desequilibraban mis ideas, lo unico que estaba a mi alcance era sonreir cubierta de nervios. Una cerveza condimentada avivó aun más mi extrañeza por Ella.
Sonrisas cómplices, un poco de coqueteo y de pronto nos besamos. Todo cuanto estaba alrededor se desintegró. Por unos minutos todo se tranformó en unidad. Luces encendidas ahora deterioradas, voces en silencio ingenuo desviando sus miradas a lo que en ese instante se producía. No eramos cuerpo alguno, solo un sentir enardecido con solo el juego de nuestros labios.
La miré, aguardé silenciosa, sin necesitar palabras en ese momento para explicar el por qué de ese beso. Mi corazón latía como martillando mi pecho y seguía sin entender la dirección de mi piel estremecida.
No quería ponerle fin a esa imagen, pero me debía ir.
Caminamos de la mano, besándonos de vez en cuando. Quedamos en que nos veríamos al día siguiente.
No quería irme, pero debía.
Han pasado más de doce horas de aquel encuentro furtivo y ya deseo con aquella sutil urgencia volver a verla.

lunes, 13 de septiembre de 2010


La luna llena ya NO está congelada.
Los gatos cantan al lanzarse del tercer piso.
La señorita ya no sueña con tsunamis ni balazos nocturnos.
Estimo un poco y salto hacia atrás en desequilibrio.
Algo de aquí y un trocito de allá y Voilá!
Viajando a un centro circular.
En un bosque de ciruelos se descubren sábanas blancas jamás antes utilizadas.
La casa de un duende nos invita a tomar té té.
Piedras rugen en el vientre aletargado.
Lenguas afiladas arrinconadas por cansancio.
Mueven sus pies en sincronía

sábado, 11 de septiembre de 2010

Duendecilla Des-Druida.


Un sueño dibujado con mis dedos.
Desenfrenado corazón que de soslayo emergió para refugiarse en mi regazo.
Ojos que poseen la verdad de esta espera, más de lo que la imaginación puede transformar.
Palabras deben mutar si osara entender a cabalidad el sentir de la vibración de sus labios.
Tanto, tanto te esperé.
Tanto, tanto caminé.
Tanto, tanto es.
Sentir, en el no tiempo vivir.
Estado famélico para amar y luego... ¿Luego qué?
Abrir los ojos y verte sonreir.
¿Puedo más algo pedir?
Duendecilla des-druida.

El lobo.

El lobo.