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jueves, 21 de abril de 2011

Libera.

Sucedió. El animal cogió en silencio al ave, entonces, por la naturaleza alquímica de el primero, éste se armó de alas y cola, bigotes y cielo, todo cuanto mago en creación quisiera poseer.
Era una felino provisto de estrellas, corazón de gorrión y patas de gata que arañaban al individuo amado, no por diversión, si no sólo por impregnar un poquito de mi en ti, pensaba la gata loca felina al v i e n t o .
No le tapes la boca a esta gata extraña, porque muerde e infecta con sus palabras en acorde perfecto al son de su corazón tón tón, de gorrión ón mode on.
A c a r i c i a la delicia en silencio y procura ante todo abrazar tan fuerte que provoques en este felino la idea del lazo entre estos mundos a ratos incongruentes.
Li be ra, libera.
Nunca jamás digas después, el ave provisto de uñas trepa tan rápido que ya no la ves.

miércoles, 13 de abril de 2011


A veces pienso que sabemos hacerlo más fácil,  ándate, e inventemos todo otra vez.
Es fácil, hoy nos conocemos.
Ven a interrogarme, pregúntame cual es mi nombre, regresa a pedirme que te cuente de mi vida.
Entonces has que cierre mis ojos para darme el primer beso.

Al revés de todo lo que no sé...
Detrás del cielo cerrado...
Detrás de la madrugada que augura un día claro...
Tu no sé... pero yo a veces me prostituyo... bien es cierto que no es mi cuerpo lo que cedo, sino mi orgullo, mi valía.
Soy una puta sin lugar fijo, tú con suerte seas una de burdel, incluso de lujo, pero una puta  al fin y al cabo.
Es el círculo, mi rueda, la tuya, la nuestra.
Tu no sé... pero a veces yo me prostituyo...es el pan de cada día.

lunes, 11 de abril de 2011

No.

NO hay manera de llevar esto como normalmente debería ser.
Ya comenzó entre escandalosas ideas provistas de un suelo lleno de trozos metálicos punzantes. No d e s e o caminar pero el aire inclemente que me da tu voz me atrae, imantada a ojos cerrados entrego lo que NO debo, lo que hoy NO hay para ti.
Corazón de tanto latir cae inmediatamente envenenado, mano que toca se desprende del cuerpo adolorido, cielo nocturno lleno de luces confunde el vacío real.
Te invento, pienso en una locura musical en la que me dejo caer a peso muerto, queriendo estar ahí, la cabeza me grita, me ata y persuade a no evocar miseria, eventual infortunio.
Piensa sola la cabeza, no es más que un hurón de ojos bien abiertos, ávido de salvación instantánea con la estupidez del signo desviado por dirección.
No, no, no... es otra cosa... es algo frágil, así como un algodón limpio y sedoso, con ganas de acariciar al otro mientras muestra su belleza,lo único que deseas es estar ahí.
¿No?
Abre los ojos, las manos, extiende tus brazos y advierte que más allá no hay un escalón fijo, azarosa imagen envuelve el drogado iris.

No.

NO hay manera de llevar esto como normalmente debería ser.
Ya comenzó entre escandalosas ideas provistas de un suelo lleno de trozos metálicos punzantes. No d e s e o caminar pero el aire inclemente que me da tu voz me atrae, imantada a ojos cerrados entrego lo que NO debo, lo que hoy NO hay para ti.
Corazón de tanto latir cae inmediatamente envenenado, mano que toca se desprende del cuerpo adolorido, cielo nocturno lleno de luces confunde el vacío real.
Te invento, pienso en una locura musical en la que me dejo caer a peso muerto, queriendo estar ahí, la cabeza me grita, me ata y persuade a no evocar miseria, eventual infortunio.
Piensa sola la cabeza, no es más que un hurón de ojos bien abiertos, ávido de salvación instantánea con la estupidez del signo desviado por dirección.
No, no, no... es otra cosa... es algo frágil, así como un algodón limpio y sedoso, con ganas de acariciar al otro mientras muestra su belleza,lo único que deseas es estar ahí.
¿No?
Abre los ojos, las manos, extiende tus brazos y advierte que más allá no hay un escalón fijo, azarosa imagen envuelve el drogado iris.

domingo, 27 de marzo de 2011

(..)

Secos sus ojos, sus manos curtidas, a tientas camina lentamente hacia la orilla del mar a z u l , se encuentra con animales que corren y juegan tras el tiempo que no existe, jamás los había visto detenidamente, piensa que necesita aquella animalidad innata en ellos, n e c e s i d a d , luego, tendida en la arena observa la inmensidad del cielo, todo lo infinito que está escondido más allá y la sequedad de sus ojos no permite descifrar, se lamenta por los días en que no ha ganado certezas, solo punzadas que una tras otra solo crean materia gris y olores repugnantes. Quizás debería ser un ave que avanza y vuela muy alto, sin la necesidad de encontrar un refugio, quizás debería transformarse en fuego sin tener contacto alguno porque todo lo tocado sería destruido al instante, o tal vez necesita con urgencia un ojo que la ayude a sacarse las espinas de los pies sin omitir criterio cuando ella camine nocturna nuevamente por el campo de rosas plantadas en su coronilla. Está cansada, con ansias de respirar aire por vez primera, aunque sea por debajo del mar, quiere de vuelta su locura, encerrada en una caja sin saber ella el paradero de esta, llaves con nombres farmacéuticos la cuidan sin posibilidad de abrirla. 

sábado, 26 de marzo de 2011

(.)

Subo las escaleras, al final del pasillo saco las llaves, uno y dos. Mi gata se despierta y se acaricia entre mis piernas. Tomo un vaso con agua, lo comparto con ella. Abro las ventanas, hay ruido afuera, es hora de la congestión vehicular. Me desvisto a medias, pocas ganas de terminar algo me quedan,  revuelvo el pelo con las manos y me siento. Acude a mi mente el descuido de lo que tengo que hacer, mañana... de seguro mañana hay tiempo para todo, hoy no hay cabeza para nada.  Me muerdo las uñas, rojas descascaradas, miro hacia los lados, nada se detiene.
Busco en la lista telefónica tu número, no está, olvidé que en un ataque de ira lo había eliminado, si no hubieras perdido el anterior podría localizarte, casi comenzaban a temblarme las piernas.
La vecina de arriba grita a sus hijos de 3 y 5 años, se escucha un portazo. Luego sollozos.
Veo el periódico, para variar noticias deportivas, un nuevo gol de antología.
Voy al baño, me pinto los labios de color rojo, anuncio la palabra c o n s u e l o , al mismo tiempo que tocan el timbre. Lu a venido a visitarme, trae consigo un pañuelo para vendar mis ojos, abro la puerta, me azota contra la pared, me besa desesperadamente, esboza palabras que no logro descifrar, me toma, me lleva a la cama, violenta armonía. Con desgano la beso mientras me acaricia con todo menos delicadeza. Se da cuenta, me abraza y comienzo a llorar.

Ahora. Hoy.

Así, como una aparación en medio de un camino eléctrico, sin darme cuenta ya me tenías reducida por la cintura mientras mis brazos reclamaban la falta de decoro al no preguntar absolutamente nada. Llovía en aquella noche, sugieres que debemos amarnos, amarnos como nunca lo habíamos hecho, acato sin dudar que será  un gran amor, de aquellos que aun se siente la urgencia del cuerpo ajeno  muy dentro cuando pasa el tiempo, deseo imperecedero que pronto se debe acallar y procurar no llorar cuando una imagen vuelve desde aquellos días, cuando eramos dos, dos amantes, dos amigas, nosotras. Y ahora, cuando llueve, quisiera estar ahí, o que vengas a abrazarme para refugiarme en tu cuello que tanto amé. Pero no vienes, y lloro, lloro por lo mal que hicimos las cosas, por los errores que cometimos y que quizá no haría si volviera a suceder. También tú quieres llorar, recriminar cuantas veces te dije vamos y no llegué, cuantas llamadas te debo, cuantos besos. Juro que no necesitaba nada más que tus ojos fijos en mi para ser feliz, juro también qe fui feliz con todo tu amor que parecía infinito y ahora, te extraño, sola en medio de un camino eléctrico sin nadie en quien apoyar mi espalda.

El lobo.

El lobo.