
He caminado bastante, mas no lo suficiente para dejar de aprender, es que ya son tantas cosas en las cuales me he visto inmiscuida, con o sin quererlo, que a ratos me da por quedarme sentada y solo mirar el tiempo pasar.
Aprendí a no tener sexo, ni encuentros sexuales, sólo tengo muchos orgasmos condicionados con delicados tratos homogeneizados con ternura ambivalente.
Aprendí a no tener miedo de los marcianos, si es que llegasen a existir, llegué al consenso de que no soy ningún prototipo deseable ante la magna variabilidad de especie humana, no soy digna de estudio alguno.
Aprendí a escuchar más que hablar, hay tantos sordos en este mundo, que todos andan en la ardua búsqueda de alguien que desee escuchar historias de amor, tristeza y desencuentros inesperados.
Aprendí a ser feliz, de una forma bastante inusual, cierro mis ojos e imagino como sería todo si... o si mejor... , es entonces cuando despego mis pies de la atmósfera y no necesito nada más que un reloj para volver a un tiempo adecuado.
Aprendí a bailar en puntas de pie, esto duele pero no cuando lo hago para que tu me veas danzar, para que veas como se puede armonizar un entorno sin escapar a pasos desesperados y faltos de sincronización.
Por el contrario, aun no he aprendido a evitar llorar de felicidad, es que a ratos es tanta la dicha que me embriaga y no puedo sostenerla entre mis pequeñas manos, es como si tuviera un globo rojo y cuando lo soplas no aguanta, porque aun es un aprendiz en los asuntos del amor (tampoco sabe que llorando se demuestra más propicio a ser dañado y abandonado, que pena por el).
No entiendo como tomar las riendas de mi vida y decir : SAMANTHA BASTA DE TANTA MIERDA!, soy una vil desconsiderada, nunca se me ha dado la gana de jugar con la gente, pero es algo que me supera y aun no encuentro la solución a este devenir.
No he dejado de ser ingenua, algo que va de confundir asaltos por cosquillas juguetonas a pasar inadvertido un acto sexual perpetrado a centímetros de mi.Y lo que creo que me llevará muchísimo tiempo más entender y aprender es a controlar mis impulsos de escapes con salida en el escondite más próximo a la vuelta de la esquina donde nadie me mire y todos sean perfectos cómplices de mi devaneo
1 comentario:
dEJARE QUE DESCANZES EN TU MIERDA
(cON AMOR)
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