Encerrada en una clausula conductual.
La delicada inocencia.
Abriéndome paso entre la multitud la encontré, tan dulce su rostro como siempre, su sonrisa de niña enloquecida me hizo recordar todos aquellos momentos enterrados en lo profundo de la memoria, no dudé en acercarme.
-La putita de siempre- dije casi susurrando y esbozando una diminuta sonrisa en mis labios. Ella impresionada no respondió nada hasta unos segundos después, entre aquel lapsus un silencio creó un caótico abismo.
-Borré la cuenta de youtube en cuanto no supe más de ti- dijo apresurada dejando visible unas mejillas ruborizadas.
Y perdida en esa mirada recordé el tiempo pasado, cobrando fuerza en mi cabeza la imagen de dos mujeres jugando con el delicado roce de la piel en una mutua conquista desverbalizada, ahogadas en el extasiado sopor de la quetamina, una canción retumbaba en mis mis oídos incesantemente (A pain that Im used to (Just give a pain)), sin dejar pasar algún segundo en vano observando objetos casuales.
Eterno Retorno.
¿Por qué me miras así? Así como así, si acaso tuvieras que depender de un hilo para no caer mientras de hablo de lo divino y lo irreal.
(13 /05/08)
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