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A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V W X Y Z

miércoles, 23 de junio de 2010

Bulimica.



Karina: Hemos cambiado demasiado
Ex: Sobre todo tú, antes eras más señorita para vestirte.
Karina: ¿ Es algún tipo de objeción?
Ex: Al contrario, me parece perfecto. Tu cuerpo es demasiado bello para taparlo tanto como antes.
Karina: Ahora me quiero un poco más.
Ex: ¿Todavía con tus problemas de imagen?
Karina: No es eso.
Ex: ¿Entonces qué? No me digas que sigues con la lesera de comer poco.
Karina: Ja ja ja eso no es una lesera, eso es MAÑA y lo tengo más que asumido.
Ex: No oculto que estas guapísima pero no te haría mal un par de cazuelas.
Karina: Me acuerdo cuando me obligabas a comer y si no lo hacía no me hablabas hasta que yo lograba convencerte.
Ex: Esos eran sobornos sexuales.
Karina: Igual siempre sirvieron... es todo tan extraño, pero siento que hoy fue el momento adecuado para todo.
Ex: Siento como si no hubieran pasado estos tres años.
Karina: Como que siento contigo ese lazo de pololas que se crea cuando estan cierto tiempo con alguien, esa weá de regalonear y dejarse mimar.
Ex: Yo hasta sentí cosquillas cuando olí tu perfume.
Karina: Había estado harto rato pensando si saludarte o no.
Ex: Gracias por perdonarme.
Karina: No digas eso. Ya ha pasado mucho tiempo y no es tema para mi.
Ex: De todas formas tenía que decirlo.
Karina: Juro que te temo.
Ex: (. . .)
Karina: Este ciclo tenía que cerrarse con este capítulo. ¿Cómo le voy a explicar a mi novia lo que pasó? Estoy segura que mi teléfono apagado no pasó desapercibido.
Ex: Lo más probable es que tengas infinitas llamadas pérdidas, tíralo al Mapocho y dile que te lo robaron.
Karina: ¿Tú estás pololeando?
Ex: No.
Karina: Que seca tu respuesta. Entonces es un si.
Ex: Puede ser.
Karina: En fin. Da igual. Estamos las dos en esto, que por cierto, fue exquisito.
Ex: Lo sigue siendo y lo será hasta que lo saques de tu cabeza.
Karina: ¿ Y si lo repetimos otro día?
Ex: ¿Sabes lo que pasaría? Una de las dos se haría vulnerable a la otra, por lo tanto sufriría y no estoy para eso.
Karina: Sugiero con la máxima inocencia que empecemos de nuevo. Yo dejo a mi novia y tu deja a quienes estén contigo.
Ex: Ja ja ja ¿Por qué el plural?
Karina: Te conozco.
Ex: Te estás apresurando.
Karina: Es estúpido lo que voy a decir, aunque da igual. De alguna manera, el sentirme abandonada después de tan gran amor me transformó en una masoquista.
Ex: ¿Me estás recriminando algo?
Karina: En absoluto. Es como una adicción. Busco a gente que me haga daño. Droga. Y buscar a la primera droga que consumí me haría sentir que aún estoy viva.
Ex: Es absurdo Karina. ¿Estás tomando tus pastillas?
Karina: Yaaaa
Ex: Super nada que ver tu plan-idea, lo que sea.
Karina: Volvamos.
Ex: No Karina. Puta la weá. Sabía que podía pasar esta weá.
Karina: Entonces no hablemos más y hagamos tuto un rato.
Ex: Ya, mejor. Tenemos que reponernos aunque sea un poquito.
Karina:Ja ja ja.
Ex: Buena Madrugada.
Karina: Beso.

Frio


Karina: Me acordé cuando te conocí.
Ex: Estabas tan mal ese día.
Karina: Si... había peleado con Jorge.
Ex: Llorabas y fumabas como puta.
Karina: Nunca me dijiste por qué te acercaste a mi.
Ex: Eras demasiado frágil para estar llorando tan descontroladamente, temblabas y me di cuenta que un abrazo quizá podía calmarte.
Karina: Me aferré a ti desde ese día. Contigo cerré muchas heridas y abrí otras tantas.
Ex: Son procesos. Nada más.
Karina: Éramos unas desequilibradas mentales.
Ex: Cuando peleábamos me acordaba como estabas cuando te conocí. Siempre tuve miedo de provocar lo mismo.
Karina: Lo hiciste.
Ex: Si sé.
Karina: Volví a fumar desde que desapareciste.
Ex: No quiero escuchar tus resentimientos.
Karina: No importa. Ya pasó. Ahora soy una adicta a la nicotina.
Ex: Ya no te cuidas las manos.
Karina: Es que trabajo con muchos químicos.
Ex: ¿Trementina?
Karina: ¿Cómo sabes?
Ex: Tu bolso está pasado a ese olor.
Karina: Es inevitable.
Ex: Me encanto tu arito en el labio.
Karina: Me lo puse yo.
Ex: Aggresor.
Karina: Voluntariamente.
Ex: ¿Te sientes libre?
Karina: Para nada. Siempre estoy preocupada de todo. Todo es prioridad en mi vida, aunque siempre pierdo el control.
Ex: Me dan ganas de protegerte.
Karina: ¿Para qué? ¿Para irte otra vez?
Ex: No seas pesimista Karina.
Karina: Precavida.
Ex: Miedosa de mierda. Nunca vas a cambiar.
Karina: ¿Cómo cresta quieres que no te tenga miedo?
Ex: Han pasado tres años.
Karina: Para mi hoy el tiempo se detuvo y retrocedí.
Ex: Otra vez nos pusimos densas.
Karina: Adivina con que canción me acuerdo de ti.
Ex: ¿Cuál?
Karina: Una de la película Vier Minuten, el solo de la mina pianista, el del final.
Ex: ¿Te acuerdas cuando hicimos el video de la canción?
Karina: Todavía lo tengo.
Ex: Hicimos de mis muñecos una orgía completa.
Karina: Unos misóginos brutales.
Ex: Esa vez me enseñaste a editar videos.
Karina: Eso si me salió llevada a sus ideas la estudiante.
Ex: ¿Te acuerdas cuando nos grabamos bailando tango?
Karina: Yo me vestí de hombre.
Ex: Exquisito.
Karina: Y tu toda una fémina en su máximo esplendor.
Ex: Podríamos hacer algo así de nuevo.
Karina: ¿Se te ocurre algo?
Ex: Un dialogo con una buena canción de fondo.
Karina: Cocteau Twins me gustaría.
Ex: ¿Pandora?
Karina: Si es esa canción, debería ser más que un dialogo.
Ex: Actuemos.
Karina: ¿Lugar?
Ex: Una tarde de invierno dos mujeres se reencuentran en la cabina de un tren.
Karina: Prefiero el aire libre.
Ex: Entonces en la salida del Museo Bellas Artes.
Karina: Chocan porque caminaban mirando sus pies.
Ex: Al disculparse se miran a los ojos y sienten un fuego que difícilmente podrían ignorar.
Karina: Al mismo tiempo miran sus labios y sienten el deseo mutuo que vuelve después de años dormido.
Ex: Toman un café.
Karina: Mejor un trago, así es más fácil el desenlace.
Ex: Es como muy lo que nos pasó hoy.
Karina: Otro contexto.
Ex: Me dio frío.
Karina: A mi también.

Tápame.



Ex: Todavía tengo la primera foto que te tomé
Karina: ¿Dónde estabamos?
Ex: En la casa de tu hermano creo.
Karina: Fue linda esa tarde.
Ex: Yo tenía 17 y estaba más loca que una cabra.
Karina: Yo tenía 20, estaba pololeando con Jorge. Apareciste y se me fue todo a la mierda.
Ex: Deja de recriminar lo que pasó.
Karina: ¿He dicho que estoy arrepentida? Jamás. Fueron los cinco meses más lindos que he vivido. Hasta que a la señorita presente se le ocurrió esfumarse.
Ex: No le pongas color.
Karina: Nos pusimos densas de nuevo. Hablemos de otra cosa. ¿Te acuerdas cuando nos rayabamos con las canciones?
Ex: Ja ja ja ¡Si! Nos daba como por una semana follar escuchándo la misma lesera.
Karina: Cuando las escuchaba después volvía a sentir mi entrepierna húmeda.
Ex: La mía siempre lo está.
Karina: Ja ja ja, no sé por qué te creo. ¿Sigues igual de ninfómana?
Ex: Se me ha pasado un poco. Es que he enfocado mis energías en otros horizontes.
Karina: Ya, ya, ya. No quiero saber más.
Ex: Tampoco te iba a contar.
Karina: ¿Te has enamorado otra vez?
Ex: Todos los días lo hago Karina.
Karina: Siento una levedad tremenda en tus palabras.
Ex: ¿Cual era tu canción favorita para hacer el amor?
Karina: Come to Me.
Ex: Linda. La mía también era esa.
Karina: Sigues con la misma habilidad de cambiar el tema olímpicamente.
Ex: Y tu tan perseguida como siempre.
Karina: Paremos por favor.
Ex: Tu empezaste.
Karina: Duerme.
Ex: Tápame.

domingo, 20 de junio de 2010


Su sueño de liberarse se desintegraba D I A tras D I A
Esta trampa solo es visible de N O C H E
( d e b e s c a p a r y lo harás diciendo la verdad)
¿Quién está ahí? Si das un paso más juro que disparo.
No serías capaz de matar algo que te sirve.
Y por lo demás la cobardía volvió a ser tu cliente frecuente. PUTA.
¿Quién te crees que eres para llamarme así?
Cómo te lo cuento… o mejor dicho ¿Cómo te lo revelamos?
Es complejo.
Delicado diría yo.
Apostaría por encrucijada del ser.
Delirios de una fémina lanzada al vacío.
Susurros elocuentes.
Instinto de una Loba.
¿De cuándo que las moscas hablan?
No sólo eso Señorita, vemos, analizamos y damos nuestro consenso.
¿A quién?
Eso es un secreto.
Lo que si te podemos decir es que hemos visto T O D O lo que haces en ese esperpento de cama.
Un salvavidas que flota en el mar.
Tormenta Putita.

El terrile Gato Choro


oye ahueoná pareses enferma sacando me fotos desquiciadamente cada dia que paso por tu techo.
¿estas enamorada de mi acaso?
no te culpo, se que soy irrebercible, ahh.. eso irrecistisble. tienes linda cola, quiero pasar a tu piesa. grasias, es calentita. yo lo soy mas. podria ser un buen huatero de que te ries? pobre de ti que agas flach ni flich ni floch mira que no te lo permito
que qieres saver de mi tengo tanto que ablar, como pocos en es ta cuadra
bengo de una familia de dos cuadras al noreste de quemchi, eramos tantos y tan tontos algunos que disidi irme con la primera gata que paso y a mi mala suerte no sabía ni leer la muy lesa asi que emigre a la calle donde conosi a la Julieta, una gata dueña de una mujer que travajava en la botilleria de enfrente entonces nos ivamos de tomatera todo el dia asta que me dio un ataqe al higado y casi beo la lus del tatita dios que me llebava pero por suerte yegó a mi bida la Amelia una gatona de aquellas que ponen todo en su lugar ella me curo con aguita de perra pero empese a ladrar asi que de nuevo me escape a la calle y conoci al willson que me hiso medio maricon pero justo cuando le iva a dar el si y pasarle el poty aparecio entre losotros la Benita una gata media loca pero linda la tonta ella me llevo a pacear a caleta de lugares choros asta que una noche de lluvia la atropeyo un camion vasurero y asta hay quedo la Benita y yo llorando durante tres dias parese conosi a la Cayetana dueña de una fiambreria boloñesa y hay nos pusimos guatones entonces me fui porque sali a aser ejersisio y me perdi y yege a la calle.
¿ quiere cuidarme?

Viejito


Eulalie: Yo me he portado bien. Quiero cuadrados de 15x15 de todos los colores del mundo para la navidad.
Viejito: Terrible barsa la lolita.
Eulalie: Oye roteque no es de barsa. Me merezco el cielo.
Viejito: Entonces yo soy el Ar yu goukin
Eulalie: Michael Jackson querrá decir Don Viejito.
Viejito: Ahah oye hueoncita yo te he visto por las callejas de mi Santiago y andai puro leseando.
Eulalie: ¿Está seguro que era yo? Hay tanta niñita parecida.
Viejito: ¿Me estai tratando de ahueonao?
Eulalie: Nooo, pero como se le ocurre mi Viejito. No se me enoje.
Viejito: Yo no he visto naita que hagai cosas guenas. El andar hueviando no es de lo más digno.
Eulalie: Pero mire, yo lo único que he hecho es portarme bien.
Viejito: Puta pero si te estoy diciendo que te he visto un ratito con este, después con esta otra y ja ja con los borrachines y muy del brazo con los perros y de la mano con un volao culiao
Eulalie: Más respeto con el volao que a ese yo lo amo.
Viejito: ¿Y a mi qué?
Eulalie: Volvamos al punto inicial. Sabía usted que tengo cinco gemelas que son súper sueltas.
Viejito: A vos te da con verme la cara de gil, seré viejo pero no hueón po.
Eulalie: Pero si lo que le digo es cierto.
Viejito: Ya, ya entonces vos que querías pa la navidá
Eulalie: Su memoria vale callampa viejito. Le dije que quería cuadrados de 15x15 de todos los colores existentes.
Viejito: ¿Y eso de donde chucha lo saco?
Eulalie: Usted tiene enanitos que le van a ayudar.
Viejito: Esos hueones si no se están follando a la blanca nieves se andan inyectando la hueá que pillen.
Eulalie: Ese no es mi problema.
Viejito: En todo caso… ya po, si seguís así de buena y ese buena no lo apliquís en el pa culiar ni pa tomar, te va a llegar el pedido.
Eulalie: Pucha que es buena onda usted Viejito.
Viejito: Dime Chino.
Eulalie: Bueno Don Chino, espero que me tenga contenta para fin de año.
Viejito: Si no te llega el paquete es porque te portaste mal y la patá en la raja no te la quita ni el mismito Papa.
Eulalie: Pucha que es choro Don Chino.
Viejito: Ya, ya... anda a huear a otro lado será mejor, antes que me dé por agarrarte el poto.
Eulalie: Tenía que ponerse decrépito el viejo culiao. No le vaya a agarrar yo el pico primero no más.

Des Dibuja


¿Cómo te hago entender que todos los colores están unidos pero separados por su propia orbita?
Dibújalo.
Es que ya lo hicieron.
Desdibuja con tu índice mi cara, léela, mientras yo te cuento la historia de la mujer calavera que pasó infinitos siglos bajo el hielo de Groenlandia hasta que un joven pescador sin querer la confundió con un gran pez.
No, quiero que me cuentes la de la muñeca sin personalidad hasta que encontró un lápiz y creó su propia faz.
¿Pero desdibujarás mi cara?
Toda tú.
Lindo.
Sabe que no.
Saaaaaaaaaabe que sí.

a t m o s f e r a l u n a r


Parece que tus sueños son iguales a los míos.
¿Quieres que tome tu manito?
Pienso que si la tomo todo podría hacerse realidad.
Yo pienso que flotaríamos mientras se transforman.
¿Y si nuestros idiomas cambian?
Con solo mirarnos bastaría para responder.
Bonita.
Bonito.
Me harás feliz.
Y tú a mí.
¿Te parece si primero coloreamos nuestros ojos?
Yo te pintaría alas de pez volador.
Yo te inflaría como un globo.
¿Para qué?
Para que me eleves y yo te sumerja. Sería buen complemento.
Entonces haría falta un nudo, que ate pero no apriete.
¿Libertad?
Aire.

a t m o s f e r a l u n a r

El Loco


Zoé: Dime la verdad
Le Mat: Como tú pidas.
Zoé: ¿Qué hiciste anoche?
Le Mat: Sólo lo que gritabas que hiciera.
Zoé: ¿Qué sería aquello?
Le Mat: Sólo falsas ideas sin importancia
Zoé: ¿Por qué entonces estoy atada de pies y manos?
Le Mat: No lo estás, es solo tu imaginación.
Zoé: Vaya que duele la imaginación.
Le Mat: Ar ti fi cio.
Zoé: Crees que soplando me pueda desatar.
Le Mat: Busca en tus ojos.
Zoé: ¿Adivinanza?
Le Mat: No, certeza
Zoé: ¿Entonces?
Le Mat: Deja de preguntar y cierra los ojos.
Zoé: ¿Después?
Le Mat: Recuerda.
Zoé: No veo nada.
Le Mat: (. . .)
Zoé: Espera... veo una cara. Me sonríe. Pero llora cuando me toca.
Le Mat: ¿Qué más?
Zoé: Agua y frío.
Le Mat: ¿Partículas de Dios?
Zoé: ¿Soy parte de Él?
Le Mat: Quizá.
Zoé: Estoy congelada, tiemblo. Siento un susurro transformado en eco cada vez más alienante.
Le Mat: Sigue avanzando.
Zoé: Me golpean contra el pasto. La cara es cuerpo y está sobre mí. Me abraza y cubre mi cuerpo. No logro sentir el roce.
Le Mat: ¿Quieres volver?
Zoé: ¿Volver? ¿Dónde?
Le Mat: ¿Es que acaso no quieres comprender?
Zoé: Siento sus dedos en mis brazos.
Le Mat: No hay nada que hacer entonces.
Zoé: Pero no te quiero dejar. Me pareces misterioso. Me atraes.
Le Mat: ¿Cuánto más hay por responder?
Zoé: Se quitó la ropa para ponerla sobre mí. Se apodera de mi cuerpo. Me lleva en sus brazos. No sé hacia dónde voy.
Le Mat: Estoy seguro que volverás.
Zoé: ¿Y podremos hacer el amor?
Le Mat: Cuantas veces quieras.
Zoé: Y si quien me lleva no me deja volver.
Le Mat: Tírate al río y nos veremos nuevamente.
Zoé: AAAAAAAAAAAAAHHHHH! Estoy congelada. Siento mis pies como cubos de hielo.
Le Mat: Créeme, lo son.
Zoé: Me lleva a una casa, la reconozco. Hay fuego. Siento cosquillas en mi cuerpo.
Le Mat: Lógica. 2 + 1
Zoé: 3 grados Celsius en mis manos.
Le Mat: Eso se llama vida a punto de morir.
Zoé: Aún no.
Le Mat: Fuego.
Zoé: Hasta pronto.
Le Mat: Menos de lo que piensas.



Matilda: ¿Vamos?
Simona: ( s i l e n c i o )
Matilda: No tenemos ningún destino si estamos separadas, entiende de una buena vez que esto jamás se repetirá, date cuenta de lo que sentimos cuando nos vemos, es como si retomáramos algo que quedó inconcluso en otra vida.
Simona: Estoy confundida Matilda, se que podemos llegar a tocar la felicidad pero hay tanta mierda en mi cabeza que difícilmente podré darte un lugar equilibrado entre mis brazos y lo que menos deseo es hacerte más daño.
Matilda: Simona, soy capaz de entenderte y recibir cada golpe porque sé que hay cosas que se escapan de tus manos.
Simona: Es que no logras entender nada.
Matilda: No hay absolutamente nada que entender, solo siente y sigue tu instinto.
Simona: ¿Y si las dos terminamos destruidas?
Matilda: Qué más da pensar en el mañana... hoy somos felices, creo...
Simona: Matilda… debo confesar tantas cosas que me pasaría toda la noche en este muelle contando todo lo que he tejido y tu no viste.
Matilda: Tenemos tiempo y con esta Luna todo se hará más ameno.
Simona: Bueno... empecemos... ese día que estuvimos juntas jamás había sentido tanto amor, sentí que ya te amaba, no sé cuando fue que te vi por primera vez después de estar a tu lado toda la noche y no sé... cuando nos apartamos del resto lo único que deseaba era besarte pero ya viste, todo se desencadenó más rápido de lo que imaginé y los días que vinieron veía como todo fluía entre nosotras, fue esa perfección la que hizo esconderme, me sentía pasmada por la facilidad con que hacíamos el amor y cuando me di cuenta que no era por efectos de la marihuana, uf... saber que habíamos estado pisándonos los tobillos me hizo sentir un vértigo, quería correr pero ahí estabas tú, con esa paciencia infinita que me tranquilizó y aquí te tengo, al fin las dos en paz y tanto camino por delante, creo que todo debía madurar para alcanzar este sueño. No sé Matilda, lo pienso y me parece un sueño. Estas ganas de tenerte de vuelta en mi cama casi me vuelven loca, el amor... este gran narcótico que al sentir tu cuerpo sobre el mío, nada se le comparaba. Lo único que te pido, es que me lleves a las profundidades del mar, allá donde nadie me vea y me quiera llevar, un lugar donde solo las dos disfrutemos de esta paz. Matilda siento que te amo y me aterra ser vulnerable a ti.
Matilda: Ya estamos fuera del mundo Simona, no hay nada que te pueda tocar. Y te digo que nos hemos fundido y hacerte daño sería destruirme. Aún así te siento como un pez volador. Cuando te tengo en mis brazos siento que eres mía, pero cuando te vas, tus pies son más rápidos que los míos y me aterro porque sé que vas a lugares desconocidos, lejos de mi.
Simona: Siempre te llevo, hablo de ti como si ya fueras mi mujer y hubieras estado por siempre a mi lado. Promete que nos cuidarás, yo por mi parte, te protegeré de mi y cada día será más bello que el anterior.
Matilda: Me encanta verte sonreír, pequeñita, confío en ti, estoy segura que todo irá ascendiendo. Amor, amor, juntas nada nos dañara. Daría todo por defender esta libertad de amar que nos damos.
Simona: Me haces feliz.
Matilda: Tu también.
Simona: ¿Crees que es hora?
Matilda: Bajo el mar nos espera lo que necesitamos.
Simona: Entonces...
Matilda: Uno. Toma mi mano.
Simona: Dos.
Matilda: Tres. ¡Salta!

Leo


Lu: Leo ¿Y si estamos juntas y todo se muere para siempre? Al menos quiero que tu recuerdo esté limpio.
Leo: Toma este paño y ponlo en tu cuello.
Lu: ¿Así está bien?
Leo: Si.
Lu:Tengo mucho miedo. Sólo se que siento un vacío enorme desde que nos separamos.
Leo: Yo sé que volveremos a estar juntas.
Lu: Siempre lo sabes todo.
Leo: ¿Y nuestros sueños?
Lu: Todo fue demasiado hermoso, hasta que acabó. Creo que será mejor así.
Leo: Yo todavía creo en este amor.
Lu: Leo por favor, cuando estás con alguien siempre sueñas con vivir juntas, un hijo y un gato.
Leo: Digas lo que digas estoy convencida que debemos estar juntas para siempre. Nuestro amor... este amor es único.
Lu: Leito abrázame.

Lu


Lu: A veces siento que ya no te amo.
Leo: No es lo que me dicen tus ojos
Lu:¡Ya basta de poner palabras en mi boca!
Leo: ¿Sabes Lu? Tengo una idea. Sácate la ropa
Lu: Puta Leo, no quiero follar contigo, perdona pero esto se acabó.
Leo: ¿Puedes hacer lo que te piden alguna vez en tu vida? Nunca haré nada que tu no quieras
Lu: ¿La ropa interior también?
Leo: Que obediente. Si, también
Lu: ¿Y ahora qué? ¿Me acuesto y abro las piernas? No Leo, esto no tiene pies ni cabeza.
Leo: Ja, ja ja. Esa cara de amurrada la adoro.
Lu: Oye si no tienes en que ocupar el tiempo problema tuyo, tengo que irme así que pásame mi ropa.
Leo: Sólo te pido cinco minutos. Ponte este collar y siéntate ahí.
Lu: Parezco castigada.
Leo: Me gustan tus piernas.
Lu: Siempre dices lo mismo.
Leo: ¿Sabes lo que quiere decir tu inconsciente cuando cruzas las piernas y manos así?
Lu: No hueón y tampoco me interesa.
Leo: Ja ja ja. Ahora deja tomar una foto.
Lu: Hace tiempo no me sacabas una.
Leo: Hace tiempo no hacemos tantas cosas
Lu: Como ver una película.
Leo: Como dormir abrazadas.
Lu:¿Te acuerdas cuando llegabas temprano a mi casa y regaloneábamos todo el día?
Leo: ¿Te refieres cuando hacíamos el amor horas y horas hasta que nuestro cuerpo no aguantaba?
Lu: Si... extraño esa compañía.
Leo: Creo que tenemos que intentarlo. Aunque sea la última vez.

Karina Otra Vez


Karina estaba de pie junto a la mesa del bar, hace tres años no la veía, esto no significaba que no la recordase, al contrario, siempre me arrepentí de dejarla, buen sexo y sicótica compañía es difícil de encontrar, la sorpresa fue mayor al verla con su cabello largo y tan delgada como siempre, su delicada espalda que jamás terminó de emitir gemidos estaba ahí, esperando tortuosamente sentir algún orgasmo que le permitiera retorcer y arquear ese trozo de cuerpo cubierto por su cabello enmarañado.
Un cruce de palabras y una sonrisa cómplice bastaron para irnos de la mano y entrar luego abrazadas y ansiosas a un motel en Cumming, como si estos años hubieran sido una vana ilusión, retomando lo que quedó colgando de un hilo. Ella seguía con su elocuencia verbal, a sus 23 años no había cambiado mucho esa estructura de mujer correcta que disfrazaba tras esos lentes ochenteros a la libidinosa que a ratos al verse desnuda saltaba como si hubiera estado enjaulada con escasez de agua y luz, mientras yo había aprendido como sostener en el aire a esas mujeres que se esconden tras su propio placer.
Lo espontáneo del asunto me excitó mucho más que ver esa espalda desnuda nuevamente entre mis brazos, la que jugaba a escaparse riendo de lo que vomitara mi locura, su sonrisa de miel endulzó mis labios cuando me tiró a la cama con esa fuerza animal que para ser sincera, tanto extrañaba. Su pelo mucho más largo de lo que recordaba, cubrió mis hombros como una cuerda movediza cada vez más extensa, que se movía con el vaivén de sus caderas entre mis piernas. Tan rápido fue el ascenso del placer que apenas logré bajar mis bragas hasta mis tobillos, al igual que ella a medio desvestir por la urgencia de este sentir nos vimos envueltas en una armonía de cuerpos fundidos. Su pie izquierdo fue a dar entre mis bragas, pequeño trozo de tela que nos unió y con más fuerza aún el movimiento se hacía más penetrante.
Su olor, el mismo perfume que me hizo reconocerla a mi lado después de tanto tiempo separadas, ahora hervía en la habitación, como un incienso que se introducía en mi nariz hasta quedar completamente impregnada de Ella.
El placer constante era como un fuego, una locura de estos encuentros fugaces que desembocan en camas ajenas como pocas veces suelen ser acertados.
Sus besos consumían con frenesí mi cuello, ya al borde del éxtasis, mi mejor droga, como siempre le decía, sus labios eran un órgano sexual más que invadía mis mejillas.
Sus manos sujetaban mi cintura, como si de ello dependiese su vida, con desesperación su piel se ceñía a mi cuerpo, deliberando una lucha constante entre sus movimientos y los míos casi sincronizados, mientras yo la tenía sostenida con mis piernas entrelazadas en las suyas y mis manos rasguñaban su espalda con desmesurada soberbia.Ya al borde del orgasmo comenzamos a gemir, como si no hubiera nadie más en ese lugar, y juntas sentimos el placer máximo, como fuera de esta dimensión, cual síncope momentáneo que elevó nuestros sentidos a niveles inconcebibles. Quizá el alcohol fue el culpable de estas punzadas desorbitadas, pero recordando nuestros encuentros anteriores, esto era usual cuando hacíamos el amor en lugares públicos. Extenuadas por estas horas de intensidad sexual, nos vimos desnudas y abrazadas en una cama que nos delataba por sus crujidos de madera húmeda, un hombre gemía en la pieza de al lado como un animal, las cortinas cerradas escondían los primeros rayos de Sol y nuestros corazones latían como dos tambores. Dormidas tras la sucesión de espasmos soñé nuevamente que corría en una pradera hasta el borde de un acantilado donde comenzaba a volar hacia el Sol, cuando estuve a punto de tocarlo y quemar mis brazos desperté exaltada descubriendo que ella me espiaba con una cara cubierta de paz. Nos besamos transformando nuevamente nuestras bocas en órganos sexuales, cerré mis ojos hasta que sentí que ella había comenzado a llorar. La abracé aún más fuerte y bese su cara y cabello como si fuera una niña frágil. Le pregunté qué ocurría, pero no obtuve respuesta alguna. Deje de insistir y nos bañamos juntas lo que hizo volver la excitación y ambas bajo el agua hicimos el amor con una adorable parsimonia, empezó a hablar en francés y más rápido de lo que imaginé llegamos al orgasmo. Ya faltaban 15 minutos para dejar la habitación y nos quedamos tendidas en la cama, aún desnudas nos acariciamos y besó mi vientre casi con devoción. Cada una se vistió con la ropa de la otra, cómo lo hacíamos antes para tener que volver a vernos. Al salir el Sol, este casi nos deja ciegas, después de estar 12 horas encerradas, pero la calidez del día hizo todo aun más agradable, paseamos por Plaza Brasil, jugamos sin dejar de enlazar nuestras manos. El día ya terminaba y no hacían falta las palabras para comunicarnos, había vuelto esa conexión de antaño. Volvimos a ser dos niñas pequeñas desprovistas de amor, estando incondicionalmente la una para la otra. Nos despedimos a las 9 de la noche con un nudo en la garganta. Karina temía volver a mi vida y yo desapareciera otra vez. Nos abrazamos por largos minutos, intentando revivir las sensaciones que vivimos la noche anterior y cada una siguió en direcciones distintas, sin intención alguna de vernos otra vez.

martes, 15 de junio de 2010

martes, 1 de junio de 2010


(:


AMOR
AMOR

ES UN

VERBO

ACTÚA


Mejillas cardenas.
Esa mania inquetantemente caustica de acercarse a mi, como un animal silencioso avanzando en línea recta sin tener en cuenta obstáculos que nos separen, por abismales que pretendan ser, para ti no hay nada tan voraz como tu deseo.
Sigues en silencio pero observando cada movimiento, gimiendo de vez en cuando para que yo no olvide tu medrosa presencia.
No es que te tenga miedo, en absoluto, pero eres tan bella que fácilmente podría enamorarme una y otra vez hasta verme descuerada a la usanza de lumbre para tu ego.
Una y mil veces me quedaría quieta para ir un paso sobre el tuyo.

sal de aquí
vete

andate
da la vuelta

escapate
desaparece
esfumate
chao

!


Rie, ya no queda otra alternativa, el mundo se acaba igual
Rie, ya no queda otra alternativa, el mundo se acaba igual.

p u t a



Ligas
Uñas rojas.
Un cigarro.
Labios carmín.
Tacones de charol.
Un corsette ajustado.
Lentes de sol nocturnos.
Una melena perfecta negra.
Creerme el hoyo del queque.
Pestañas infinitamente largas.
Lista para ser puta por una noche.

El lobo.

El lobo.