Como un espíritu tan bello como el que posees, puede circundar en tan sublimes parajes como es el de la poesía, yo sabía que los muertos de la tumba no vuelven, y que se los sados convergen en perfumes de arsénico.
¿Qué harás cuando estalle la tormenta?
¿Qué harás cuando las almas sean llevadas al pozo nunca abierto?
¿Qué harás?
Un regalito .-
(Ma.Pe.)
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